Roma: Cosas por hacer

El centro histórico de la ciudad de Roma ha sido declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, con increíbles monumentos y sorprendentes vistas a cada paso. Los aficionados a la historia antigua querrán comenzar por el principio mismo: la Colina Capitalina con vistas al Foro Romano, y después ir al Coliseo, el anfiteatro más grande del mundo. Después, combina la Roma antigua y la contemporánea en el Terrazzo delle Queadrighe encima

del Altare della Patria, el enorme monumento con aspecto de “máquina de escribir” en la Piazza Vittorio, la cual cuenta con una abarcadora vista panorámica. Detente en el Ponte Sant’Angelo para hacer una foto de postal del Vaticano y después sube hasta la parte más alta del Castel Sant’Angelo, el Mausoleo de Adriano y la fortaleza papal. Finalmente, no dejes de caminar por el Panteón, el templo favorito de todos.

Esta es Roma, de manera que hay arte y cultura en todas partes y para todo el mundo. La ciudad se siente orgullosa de tener el Museo Capitolino, una colección de antigüedades y de arte del Renacimiento y Barroco. Las Galerías Borghese, Barberini, Doria Pamphilj y Colonna son hermosos palacios que muestran obras maestras barrocas y del Renacimiento, mientras que la neoclásica Galería Nacional de Arte Moderno (GNAM, por sus siglas en italiano de Galleria Nazionale d’Arte Moderna) alberga la colección principal de arte italiano posterior a la unificación y hasta el presente. Para las exposiciones más exitosas, la Scuderia

del Quirinale es el lugar por visitar. Los arquitectos contemporáneos han agregado nuevos monumentos al paisaje de la ciudad en todas partes, incluidos el premiado MAXXI (Museo Nacional de las Artes del Siglo XXI), del arquitecto Zaha Hadid, un templo con forma de ola dedicado al arte y la arquitectura contemporáneos de Italia; el minimalista Ara Pacis Museum de Richard Meier (que alberga el Primer Templo de la Paz del primer siglo); y el Parco della Musica de Renzo Piano, el complejo del auditorio. Tampoco deben obviarse los Museos del Vaticano y la Capilla Sixtina, prácticamente el sinónimo de una visita a Roma.

Si no has venido a Roma por la cultura, seguramente que lo has hecho por la comida. Varias de las plazas de la ciudad también son mercados de productos agrícolas locales, como la Campo de’ Fiori y la Testaccio. La comida callejera siempre ha sido aquí un elemento básico de la comida. Prueba la pizza al taglio (una pizza tradicional horneada en bandeja y servida en porciones) en el Forno Campo de’ Fiori o en el Antico Forno Roscioli; supplì (bolas de arroz) en Supplizio; o trapizzini (un divertido híbrido de pizza/calzone/sándwich) en Trapizzino, en el sitio en el que los inventaron. A pesar de que solo hay 17 estrellas

Michelin en el firmamento de Roma, lo que uno desea realmente son las comunes “osterie” y “trattorie” que sirven los favoritos platos romanos como carbonara, caciopepe y amatriciana, y las pizzerías que sirven la pizza romana delgada como el papel; algo que verás en los simples y no ostentosos exteriores por toda la ciudad. El paisaje romano es clave en los meses cálidos y en los numerosos hoteles que cuentan con hermosos bares en la terraza, pero los maestros de las mezclas están en tierra firme en Pierluigi, el Bar Stravinsky (Hotel De Russie) y en el Jerry Thomas Project, clasificado como uno de los mejores 50 bares del mundo.

Para un poco de brillo y de marcas de lujo, comienza en la Piazza di Spagna y recorre las calles aledañas Via dei Condotti, Via Frattina, Via Borgognona y Via del Babuino. La estrecha y artística Via Margutta está llena de preciosas boutiques de diseño para el hogar. Para compras menos costosas, la concurrida Via del Corso cuenta con cadenas familiares y algunas tiendas locales, mientras que Monti

es el lugar a visitar para comprar artículos de la India. A los romanos les encanta pasear los sábados por la Via Cola di Rienzo (en el barrio de Prati) por su mezcla de cadenas internacionales, el gigante italiano de las tiendas departamentales Coin y favoritas locales como Gente, una tienda especializada de lujo. Los anticuarios deben ir a Via dei Banchi Vecchi para encontrar piezas clásicas.

Además de ser un museo al aire libre que se puede recorrer a pie, Roma se trata realmente de sus sitios subterráneos. Las iglesias como San Clemente, San Nicola in Carcere y hasta San Pedro, se asientan encima de bóvedas, templos, y sitios de adoración de cultos de 2,000 años de antigüedad, mientras que la ciudad misma está rodeada por una aparente interminable red de catacumbas, cientos de kilómetros de enterramientos subterráneos como los de Priscilla, Domitilla y Callisto. Algunos sitios hasta agregan algo de originalidad

como el Case Romane (tres niveles de antiguas bóvedas) en sus representaciones nocturnas, Palazzo Valentini (un antiguo sitio con proyecciones en tercera dimensión) y el Vicus Capricus una sala de cine de arte con una habitación y cisterna del siglo primero. Además, en Roma está la Ciudad del Vaticano, el estado soberano más pequeño del mundo, y a solo 13 kilómetros del centro está la EUR (Esposizione Universale Roma) una “nueva” Roma de la era fascista, que se completa con monumentos del siglo XX.

Ya sea hacia el norte, el sur, el este o el oeste, Roma tiene todos los puntos cardinales cubiertos con fáciles viajes diarios. Toma un tren local (o conduce) en dirección oeste hacia Ostica Antica, la antigua ciudad portuaria de Roma que rivaliza con Pompeii, y luego dirígete a la playa: Ostia, Fregene o Maccarese, para deleitarte con un pato de spaghetti con vongole. A menos de una hora por carretera hacia el norte llegarás al Lago Bracciano, un enorme lago volcánico con botes de vela y parrillas para asar, y el

Castillo Odescalchi de la época del Renacimiento temprano. Si te diriges al este (en auto) hacia Tivoli para caminar por los hermosos campos de Villa d’Este, una villa del Renacimiento con bellos jardines y fuentes cantoras, y entonces retrocede un paso en el pasado en Villa Adriana, la suntuosa villa del Emperador Adriano. Hacia el sur está Castelli Romani, el país del vino del Lazio, una pintoresca área de color verde con villas, lagos (Nemi y Albano) y lugar ideal para encontrar un verdadero sándwich porchetta.