Desde la Estatua del Cristo hasta la Montaña del Pan Azúcar, la mayoría de los sitios que deben estar en tu lista, incluyen desde escalar montañas hasta disfrutar de las vistas. Para ser más listo que el gentío en la temporada alta, reserva con anticipación, ve antes, o toma un helicóptero desde Lagoa para maravillarte con la espectacular topografía de la ciudad en un viaje de 20 minutos libre de sobresaltos. Ningún viaje a Río está completo sin un día sumergido en la enigmática escena de la playa de Ipanema, viendo juegos de voleibol de playa, mientras
tomas una bebida fría directamente de un coco y aplaudes al sol poniente junto con la multitud que se reúne en la roca de Arpoador. Entonces, cuando ya te canses de la arena, ahí están para explorar los Jardines Botánicos de clase mundial, los modernos restaurantes, bares y boutiques del Jardim Botanico y las bohemias calles de adoquines de Santa Teresa, con su bonde (tranvía) amarillo y los ateliers de los artistas. Finalmente, no te pierdas un partido de balompié en el Estadio Maracanã, solo la magnética atmósfera hace que el viaje valga la pena.
Desde la Estatua del Cristo hasta la Montaña del Pan Azúcar, la mayoría de los sitios que deben estar en tu lista, incluyen desde escalar montañas hasta disfrutar de las vistas. Para ser más listo que el gentío en la temporada alta, reserva con anticipación, ve antes, o toma un helicóptero desde Lagoa para maravillarte con la espectacular topografía de la ciudad en un viaje de 20 minutos libre de sobresaltos. Ningún viaje a Río está completo sin un día sumergido en la enigmática escena de la playa de Ipanema, viendo juegos de voleibol de playa, mientras tomas una bebida fría directamente de un coco y aplaudes al sol poniente junto con la multitud que se reúne en la roca de Arpoador. Entonces, cuando ya te canses de la arena, ahí están para explorar los Jardines Botánicos de clase mundial, los modernos restaurantes, bares y boutiques del Jardim Botanico y las bohemias calles de adoquines de Santa Teresa, con su bonde (tranvía) amarillo y los ateliers de los artistas. Finalmente, no te pierdas un partido de balompié en el Estadio Maracanã, solo la magnética atmósfera hace que el viaje valga la pena.
Si Río se queda corto cuando de museos y galerías de clase mundial se trata (¿con playas como esas quién puede culparlo?), la reciente apertura del “Museo del Mañana”, inspirado en la sustentabilidad y del provocador Museo de Arte Moderno (MAR), que forman parte de la multimillonaria inversión en R$ de la regeneración de los muelles, ha elevado a la ciudad a un nivel cultural mucho más alto. Pisándole los talones se acerca el muy esperado Museo de la Imagen y el Sonido en Copacabana. Para experimentar los vestigios de la herencia colonial que persisten en Río, tómate un café en la Confeitaria Colombo con arquitectura de la Belle Époque, visita el Monasterio
Barroco de Sao Bento, oculto en el centro del distrito financiero, asómbrate con la compleja Biblioteca Portuguesa, o hazle una visita a la mansión colonial de Parque Lage, ahora una escuela de arte con un dinámico programa de actividades culturales. Luego está la samba; disfruta de las actuaciones nocturnas en el íntimo Carioca da Gema en Lapa, improvisa con los locales de lunes a viernes en auténticas sesiones nocturnas al aire libre en Pedra do Sal, o vete hasta el Bar Da Laje en Vidigal, la más segura y renovada favela de Río, donde la feijoada del sábado por la tarde y el samba se disfrutan con una de las vistas más espectaculares de la ciudad.
Si Río se queda corto cuando de museos y galerías de clase mundial se trata (¿con playas como esas quién puede culparlo?), la reciente apertura del “Museo del Mañana”, inspirado en la sustentabilidad y del provocador Museo de Arte Moderno (MAR), que forman parte de la multimillonaria inversión en R$ de la regeneración de los muelles, ha elevado a la ciudad a un nivel cultural mucho más alto. Pisándole los talones se acerca el muy esperado Museo de la Imagen y el Sonido en Copacabana. Para experimentar los vestigios de la herencia colonial que persisten en Río, tómate un café en la Confeitaria Colombo con arquitectura de la Belle Époque, visita el Monasterio Barroco de Sao Bento, oculto en el centro del distrito financiero, asómbrate con la compleja Biblioteca Portuguesa, o hazle una visita a la mansión colonial de Parque Lage, ahora una escuela de arte con un dinámico programa de actividades culturales. Luego está la samba; disfruta de las actuaciones nocturnas en el íntimo Carioca da Gema en Lapa, improvisa con los locales de lunes a viernes en auténticas sesiones nocturnas al aire libre en Pedra do Sal, o vete hasta el Bar Da Laje en Vidigal, la más segura y renovada favela de Río, donde la feijoada del sábado por la tarde y el samba se disfrutan con una de las vistas más espectaculares de la ciudad.
Si bien la relajada cultura de playa de Río significa que encontrarás más bares con refrigerios que restaurantes con estrellas de Michelin, una serie de restaurante que se especializan en la comida innovadora contemporánea de Brasil, han abierto recientemente, y han añadido un nuevo nivel de sofisticación al mercado: no dejes de probar el sabroso menú de Lasai, almuerza en la terraza al aire libre del Puro en Pedro Siqueira. Para los lugares elegantes de comida, los nombres más destacados de Brasil son los de los chefs Roberta Sudbrack y Claude Troisgros, pero para una ocasión especial, reserva en el atmosférico Aprazivel, donde las clásicas caipirinhas y 5* se sirven en una extraordinario jardín escalonado. La concurrida Dias Ferreira es la calle destino de los lugares para comer en Río, y es excelente para ver a la gente, con sofisticados bares de refrigerios como el Riba y el Boteco Belmonte, la tienda de diseñador convertida en restaurante Poeira da Lata, el bistró
de fusión francesa Brigite’s y el elegante sitio japonés Sushi Leblon. Para probar los favoritos locales, tómate un cóctel y prueba sabores fusión en la Zazá Bistrô o un suculento bistec picanha en Braseiro, donde los precios excelentes y un ambiente familiar divertido, hace que regularmente haya filas en la puerta esperando para entrar. Los bares de cerveza abundan (Jobi, Astor y el Bar Urca están entre los mejores), pero los cóctel bars como el Bar d’Hôtel, Canastra y Subastor están en auge, y existe una nueva conciencia acerca de la salud abriéndose paso, inspirada en el primer restaurante de comida cruda Ró, el restaurante vegetariano Teva y el saludable café Kraft. Para una cena brasileña por excelencia, no dejes de probar la feijoada (frijoles negros y puerco asado) en el Bar do Mineiro, un churrasco (en el festín de toda la carne que puedas comer) en Fogo do Chão y pescado asado en el puesto gourmet de la playa Atlantico Rio.
Si bien la relajada cultura de playa de Río significa que encontrarás más bares con refrigerios que restaurantes con estrellas de Michelin, una serie de restaurante que se especializan en la comida innovadora contemporánea de Brasil, han abierto recientemente, y han añadido un nuevo nivel de sofisticación al mercado: no dejes de probar el sabroso menú de Lasai, almuerza en la terraza al aire libre del Puro en Pedro Siqueira. Para los lugares elegantes de comida, los nombres más destacados de Brasil son los de los chefs Roberta Sudbrack y Claude Troisgros, pero para una ocasión especial, reserva en el atmosférico Aprazivel, donde las clásicas caipirinhas y 5* se sirven en una extraordinario jardín escalonado. La concurrida Dias Ferreira es la calle destino de los lugares para comer en Río, y es excelente para ver a la gente, con sofisticados bares de refrigerios como el Riba y el Boteco Belmonte, la tienda de diseñador convertida en restaurante Poeira da Lata, el bistró de fusión francesa Brigite’s y el elegante sitio japonés Sushi Leblon. Para probar los favoritos locales, tómate un cóctel y prueba sabores fusión en la Zazá Bistrô o un suculento bistec picanha en Braseiro, donde los precios excelentes y un ambiente familiar divertido, hace que regularmente haya filas en la puerta esperando para entrar. Los bares de cerveza abundan (Jobi, Astor y el Bar Urca están entre los mejores), pero los cóctel bars como el Bar d’Hôtel, Canastra y Subastor están en auge, y existe una nueva conciencia acerca de la salud abriéndose paso, inspirada en el primer restaurante de comida cruda Ró, el restaurante vegetariano Teva y el saludable café Kraft. Para una cena brasileña por excelencia, no dejes de probar la feijoada (frijoles negros y puerco asado) en el Bar do Mineiro, un churrasco (en el festín de toda la carne que puedas comer) en Fogo do Chão y pescado asado en el puesto gourmet de la playa Atlantico Rio.
Una de las mejores cosas que se pueden comprar en Río son los artículos de playa, de manera que no dejes de escoger un bikini de estilo brasileño o sunga (esos trajes de baño muy pequeños que les encantan a los hombres brasileños) en VIX, Blueman o Lenny. Mientras las marcas de grandes nombres, incluido al ambicioso diseñador de ropa de playa Osklen, pueden encontrarse en los centros comerciales (Rio Design y Fashion Mall son los mejores), muchos
diseñadores independientes principales ignoran los altos alquileres de las calles importantes para mostrar sus artículos en ateliers en Jardim Botanico. Para lo mejor de la moda y el diseño brasileños, echa un vistazo a la boutique elegante Dona Coisa, la tienda conceptual Os/On, el sitio de creación Casa VV, el emporio del diseño Gabinete y el atelier de muebles de Fernando Jaeger, todos ubicados a lo largo y alrededor de la calle Lopes Quintas.
Una de las mejores cosas que se pueden comprar en Río son los artículos de playa, de manera que no dejes de escoger un bikini de estilo brasileño o sunga (esos trajes de baño muy pequeños que les encantan a los hombres brasileños) en VIX, Blueman o Lenny. Mientras las marcas de grandes nombres, incluido al ambicioso diseñador de ropa de playa Osklen, pueden encontrarse en los centros comerciales (Rio Design y Fashion Mall son los mejores), muchos diseñadores independientes principales ignoran los altos alquileres de las calles importantes para mostrar sus artículos en ateliers en Jardim Botanico. Para lo mejor de la moda y el diseño brasileños, echa un vistazo a la boutique elegante Dona Coisa, la tienda conceptual Os/On, el sitio de creación Casa VV, el emporio del diseño Gabinete y el atelier de muebles de Fernando Jaeger, todos ubicados a lo largo y alrededor de la calle Lopes Quintas.
Mientras la reputación de Río como ciudad de playa hedonista y amante de la diversión es una realidad, ello está equilibrado por una increíble conexión con la naturaleza con la que muy pocas ciudades del mundo pueden competir. Para un enfoque amable del lado deportivo de Río, levántate temprano para caminar por las desierta arenas de Ipanema, renta una bicicleta para pasear alrededor del lago, toma una tabla con remo en la playa de Copacabana, o recorre uno de los muchos senderos selváticos
en el Parque Nacional Tijuca. A los que buscan la adrenalina deben probar el ciclismo de montaña en Vista Chinesa, escalar Pedra da Gávea, practicar kitesurfing en Barra Beach y hang-gliding sobre São Conrado. Para un experiencia especial, a los locales les encanta subir a pie por el sendero de la selva que comienza en la parte superior de la favela Vidigal y que se abre durante una hora hasta la parte posterior de la Montañas de Dois Irmãos para observar el amanecer sobre la ciudad.
Mientras la reputación de Río como ciudad de playa hedonista y amante de la diversión es una realidad, ello está equilibrado por una increíble conexión con la naturaleza con la que muy pocas ciudades del mundo pueden competir. Para un enfoque amable del lado deportivo de Río, levántate temprano para caminar por las desierta arenas de Ipanema, renta una bicicleta para pasear alrededor del lago, toma una tabla con remo en la playa de Copacabana, o recorre uno de los muchos senderos selváticos en el Parque Nacional Tijuca. A los que buscan la adrenalina deben probar el ciclismo de montaña en Vista Chinesa, escalar Pedra da Gávea, practicar kitesurfing en Barra Beach y hang-gliding sobre São Conrado. Para un experiencia especial, a los locales les encanta subir a pie por el sendero de la selva que comienza en la parte superior de la favela Vidigal y que se abre durante una hora hasta la parte posterior de la Montañas de Dois Irmãos para observar el amanecer sobre la ciudad.
Desde el punto de surf de Prainha hasta las extensas arenas doradas de Grumari, Las mejores playas de Río están al oeste de ciudad a un poco menos de una hora por carretera. Aparta un día para ello y visita la antigua residencia privada, convertida en centro cultural del artista del paisaje Roberto Burle Marx, come una moqueca en el restaurante Bira da Guaratiba, practica remo a pie a través de la
reserva natural de Mangatiba, antes de admirar la puesta de sol desde el Point de Grumari. De forma alterna, puedes ir a las montañas Serra que rodean el pueblo colonial de Petropolis, donde la clase elegante de la ciudad tienen casas de verano para escaparse del calor y donde encontrarás chalets de madera, granjas de productos orgánicos, cervecerías artesanales y excelentes caminatas por la naturaleza.
Desde el punto de surf de Prainha hasta las extensas arenas doradas de Grumari, Las mejores playas de Río están al oeste de ciudad a un poco menos de una hora por carretera. Aparta un día para ello y visita la antigua residencia privada, convertida en centro cultural del artista del paisaje Roberto Burle Marx, come una moqueca en el restaurante Bira da Guaratiba, practica remo a pie a través de la reserva natural de Mangatiba, antes de admirar la puesta de sol desde el Point de Grumari. De forma alterna, puedes ir a las montañas Serra que rodean el pueblo colonial de Petropolis, donde la clase elegante de la ciudad tienen casas de verano para escaparse del calor y donde encontrarás chalets de madera, granjas de productos orgánicos, cervecerías artesanales y excelentes caminatas por la naturaleza.