Nueva York: Cosas por hacer

Jillian Anthony

Editora

Hay una razón, bueno, miles de razones, siempre hay razones, por la que Nueva York se conoce como la ciudad que nunca duerme. Hay joyas urbanas que hay que ver, como la bulliciosa Times Square y el extenso Central Park, además de bares escondidos y escaparates de tiendas que no pueden ser más elegantes. Podría tomarte toda la vida explorar la Gran Manzana, pero sin importar el tiempo que lleves sumándote a los habitantes de Manhattan para eso, aquí está la forma de navegar la ciudad como un lugareño (consejo: vestirte completamente de negro ayuda).

Lugares de interés y atracciones

Manhattan es básicamente una atracción turística tras otra, pero algunas merecen más que otras que les dediques tu tiempo (y que batalles con las multitudes para ello). Un lento paseo a lo largo del High Line es una buena opción para cualquier época del año. Adorado por los lugareños, este “parque” público de 2.4 kilómetros (1.5 millas) de largo fue construido sobre los cimientos de una línea en desuso del metro y serpentea por encima del moderno barrio de Chelsea. Reclínate en una de las codiciadas butacas de

madera para observar a la gente, escapa de la jungla urbana bajo un dosel de árboles y tómate un vino o un helado en el Chelsea Market Passage. Todo el mundo debería hacer una vez el peregrinaje a través del Puente de Brooklyn; comienza en Manhattan y termina en el pintoresco Parque del Puente de Brooklyn, con vistas panorámicas del panorama urbano y un carrusel en la zona costera. Y si quieres estar por encima de todo, escoge la vista desde el mirador en lo alto del Empire State Building, un modelo del Nueva York clásico.

Manhattan es básicamente una atracción turística tras otra, pero algunas merecen más que otras que les dediques tu tiempo (y que batalles con las multitudes para ello). Un lento paseo a lo largo del High Line es una buena opción para cualquier época del año. Adorado por los lugareños, este “parque” público de 2.4 kilómetros (1.5 millas) de largo fue construido sobre los cimientos de una línea en desuso del metro y serpentea por encima del moderno barrio de Chelsea. Reclínate en una de las codiciadas butacas de madera para observar a la gente, escapa de la jungla urbana bajo un dosel de árboles y tómate un vino o un helado en el Chelsea Market Passage. Todo el mundo debería hacer una vez el peregrinaje a través del Puente de Brooklyn; comienza en Manhattan y termina en el pintoresco Parque del Puente de Brooklyn, con vistas panorámicas del panorama urbano y un carrusel en la zona costera. Y si quieres estar por encima de todo, escoge la vista desde el mirador en lo alto del Empire State Building, un modelo del Nueva York clásico.

Artes y cultura

Una visita a Gotham simplemente no está completa sin tomarse el tiempo para recorrer el inmenso Museo de Arte Metropolitano. Las paredes están rebosantes de valiosas obras de los artistas más famosos de la humanidad, pero una vez que estés ya colmado de antiguos jeroglíficos egipcios y naturalezas muertas de Cezanne, no debes perderte las exposiciones temporales en la azotea o las interpretaciones musicales en vivo hasta las 9 p. m. todos los viernes. Para gustos más modernos, haz una parada en el soleado Museo de Arte Americano Whitney, reubicado

en Chelsea en 2015, y que cuenta con varios balcones con fantásticas vistas del río Hudson; tal vez puedas ver en acción mucho más abajo su vecina planta procesadora de carne, una reliquia de la era de la cual el vecindario adoptó su nombre. Para disfrutar experiencias únicas de danza, música y teatro cualquier noche de la semana, dirígete a la Academia de Música de Brooklyn, cuya sede ha acogido en meses recientes a compañías de danza del sur de Asia, actos de circo contemporáneos y películas propuestas para el Oscar.

Una visita a Gotham simplemente no está completa sin tomarse el tiempo para recorrer el inmenso Museo de Arte Metropolitano. Las paredes están rebosantes de valiosas obras de los artistas más famosos de la humanidad, pero una vez que estés ya colmado de antiguos jeroglíficos egipcios y naturalezas muertas de Cezanne, no debes perderte las exposiciones temporales en la azotea o las interpretaciones musicales en vivo hasta las 9 p. m. todos los viernes. Para gustos más modernos, haz una parada en el soleado Museo de Arte Americano Whitney, reubicado en Chelsea en 2015, y que cuenta con varios balcones con fantásticas vistas del río Hudson; tal vez puedas ver en acción mucho más abajo su vecina planta procesadora de carne, una reliquia de la era de la cual el vecindario adoptó su nombre. Para disfrutar experiencias únicas de danza, música y teatro cualquier noche de la semana, dirígete a la Academia de Música de Brooklyn, cuya sede ha acogido en meses recientes a compañías de danza del sur de Asia, actos de circo contemporáneos y películas propuestas para el Oscar.

Comidas y bebidas

El viaje hasta el enclave artístico de Bushwick, Brooklyn, vale la pena por Roberta’s, su pizzería de moda. Siéntate en el área del patio al aire libre y ordena una pizza completa Bee Sting, cubierta de pepperoni, mozzarella, hojuelas de chile y miel, y prepárate para la pizza crujiente cocida en horno de leña que te llevará tan cerca del nirvana como pueden hacerlo los carbohidratos (extremadamente cerca). Complétalo con una bebida helada de la estación y tendrás una comida que no puede fallar en poner de buen humor a cualquier mortal.

Sumerge tus pies en el imperio Moofuky del chef David Chang con una cena en Ssäm Bar (comienza con kimchi y bollos al vapor y sigue con la salchicha de cerdo picante y pasteles de arroz y el delicioso menú de cócteles) en el East Village, seguido del postre al cruzar la calle en el Milk Bar, donde la mayoría de los paladares se deleitan con una suave porción de leche de cereales. Para una aventura elegante en el viejo Nueva York, The Campbell Apartment en la Estación Grand Central sirve con lujo y elegancia sin una mala actitud.

El viaje hasta el enclave artístico de Bushwick, Brooklyn, vale la pena por Roberta’s, su pizzería de moda. Siéntate en el área del patio al aire libre y ordena una pizza completa Bee Sting, cubierta de pepperoni, mozzarella, hojuelas de chile y miel, y prepárate para la pizza crujiente cocida en horno de leña que te llevará tan cerca del nirvana como pueden hacerlo los carbohidratos (extremadamente cerca). Complétalo con una bebida helada de la estación y tendrás una comida que no puede fallar en poner de buen humor a cualquier mortal. Sumerge tus pies en el imperio Moofuky del chef David Chang con una cena en Ssäm Bar (comienza con kimchi y bollos al vapor y sigue con la salchicha de cerdo picante y pasteles de arroz y el delicioso menú de cócteles) en el East Village, seguido del postre al cruzar la calle en el Milk Bar, donde la mayoría de los paladares se deleitan con una suave porción de leche de cereales. Para una aventura elegante en el viejo Nueva York, The Campbell Apartment en la Estación Grand Central sirve con lujo y elegancia sin una mala actitud.

Compras

En la famosa Quinta Avenida y en las adoquinadas calles de Soho puedes encontrar todo lo que necesitas, pero disfrutarás de una experiencia de compra más agradable muy cerca, en el revitalizado West Village. En la frondosa Bleecker Street, encontrarás locales del diseño avanzado y esencial, con nombres que van desde Michael Kors a Burberry, así como la proeza de cuidado de la piel Caudalie,

el magnate de las velas Dyptique y la boutique de sombreros Gorin Bros. Camina un poco más hacia uptown a Story, donde el cambio constante de tema y las mercancías difíciles de encontrar nos narran un cuento encantador, luego cruza el río hacia Williamsburg para la ropa de alta calidad y seria en Bird, y la ropa, joyería clásica y artículos hechos en Artists and Fleas.

En la famosa Quinta Avenida y en las adoquinadas calles de Soho puedes encontrar todo lo que necesitas, pero disfrutarás de una experiencia de compra más agradable muy cerca, en el revitalizado West Village. En la frondosa Bleecker Street, encontrarás locales del diseño avanzado y esencial, con nombres que van desde Michael Kors a Burberry, así como la proeza de cuidado de la piel Caudalie, el magnate de las velas Dyptique y la boutique de sombreros Gorin Bros. Camina un poco más hacia uptown a Story, donde el cambio constante de tema y las mercancías difíciles de encontrar nos narran un cuento encantador, luego cruza el río hacia Williamsburg para la ropa de alta calidad y seria en Bird, y la ropa, joyería clásica y artículos hechos en Artists and Fleas.

Exclusivo de Nueva York

Cuanto más raras las cosas en Nueva York, mejores. Dedícale un rato al museo más pequeño del mundo, Mmuseumm (abierto en temporada de mayo a noviembre), alojado en la caja de un viejo elevador de carga en una modesta calle de Chinatown; luego camina hasta el maravillosamente raro St. Marks, donde en Search and Destroy puedes comprar una chamarra de cuero punk digna de Madonna. Disfruta de un espectáculo de comedia barato (con actores que seguramente algún

día llegarán a ser estrellas) en Upright Citizens Brigade, fundado por Amy Poehler, cualquier noche de la semana en el sótano de una tienda de abarrotes en Chelsea; después llega hasta Katz’s Delicatessen abierto las 24 horas, para un bocadillo tarde por la noche, en caso de que hayas estado fuera hasta la hora del desayuno; allí puedes pedir los tradicionales platos judíos knish de patatas, sopa de bolas de matzo o una omelette de pastrami.

Cuanto más raras las cosas en Nueva York, mejores. Dedícale un rato al museo más pequeño del mundo, Mmuseumm (abierto en temporada de mayo a noviembre), alojado en la caja de un viejo elevador de carga en una modesta calle de Chinatown; luego camina hasta el maravillosamente raro St. Marks, donde en Search and Destroy puedes comprar una chamarra de cuero punk digna de Madonna. Disfruta de un espectáculo de comedia barato (con actores que seguramente algún día llegarán a ser estrellas) en Upright Citizens Brigade, fundado por Amy Poehler, cualquier noche de la semana en el sótano de una tienda de abarrotes en Chelsea; después llega hasta Katz’s Delicatessen abierto las 24 horas, para un bocadillo tarde por la noche, en caso de que hayas estado fuera hasta la hora del desayuno; allí puedes pedir los tradicionales platos judíos knish de patatas, sopa de bolas de matzo o una omelette de pastrami.

Viaje de un día

Renta una Bicicleta de la ciudad en una de las muchas estaciones de la ciudad y pedalea desde Chelsea Piers hasta Columbia University en el panorámico lado oeste de la ciudad. Encontrarás impresionantes vistas del Río Hudson y de Nueva Jersey en la medida en que pasas rápidamente junto al USS Intrepid,

un portaaviones que ahora forma parte del Intrepid Sea, Air and Space Museum, y todo el verdor de Riverside Park y a muchos neoyorquinos tomando un baño de sol. Si el ciclismo no es muy de tu agrado, tómate el tiempo para caminar; te sorprenderás de lo mucho que cambia la ciudad cuadra por cuadra.

Renta una Bicicleta de la ciudad en una de las muchas estaciones de la ciudad y pedalea desde Chelsea Piers hasta Columbia University en el panorámico lado oeste de la ciudad. Encontrarás impresionantes vistas del Río Hudson y de Nueva Jersey en la medida en que pasas rápidamente junto al USS Intrepid, un portaaviones que ahora forma parte del Intrepid Sea, Air and Space Museum, y todo el verdor de Riverside Park y a muchos neoyorquinos tomando un baño de sol. Si el ciclismo no es muy de tu agrado, tómate el tiempo para caminar; te sorprenderás de lo mucho que cambia la ciudad cuadra por cuadra.

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