Aunque las vistas históricas que adornan a Dubai Creek, desde Al Fahidi Fort hasta el viejo Al Shindagha y Dubai Heritage Village, eran antes suficientes para satisfacer a los visitantes, ahora éstos hacen fila para admirar el “moderno” Dubái. Comienza con la asombrosa maravilla arquitectónica de Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, con vistas deslumbrantes de la ciudad, después ve a Burj Al Arab, donde el llamado hotel “de siete estrellas” en forma de vela, el primero en tener ese título, sigue teniendo vistas imponentes de la costa. Visitar Dubái no se trata tanto de lo que ves estos días, sino de cómo lo
ves. Un helicóptero, un globo de aire caliente y un hidroavión ofrecen las vistas más imponentes, mientras que un catamarán de alta velocidad te permite capturar vistas panorámicas de un impresionante panorama urbano junto al mar. Una palabra sobre los destinos turísticos: aunque es mucho más liberal que otras ciudades de EAU, los visitantes de ambos sexos deben seguir un código de vestuario respetuoso fuera del hotel, evitar los shorts y la ropa reveladora o muy ajustada, mientras que las mujeres deben llevar un pañuelo de cabeza si visitan sitios de culto religioso (y todos deben evitar las muestras públicas de afecto o de ebriedad).
Aunque las vistas históricas que adornan a Dubai Creek, desde Al Fahidi Fort hasta el viejo Al Shindagha y Dubai Heritage Village, eran antes suficientes para satisfacer a los visitantes, ahora éstos hacen fila para admirar el “moderno” Dubái. Comienza con la asombrosa maravilla arquitectónica de Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, con vistas deslumbrantes de la ciudad, después ve a Burj Al Arab, donde el llamado hotel “de siete estrellas” en forma de vela, el primero en tener ese título, sigue teniendo vistas imponentes de la costa. Visitar Dubái no se trata tanto de lo que ves estos días, sino de cómo lo ves. Un helicóptero, un globo de aire caliente y un hidroavión ofrecen las vistas más imponentes, mientras que un catamarán de alta velocidad te permite capturar vistas panorámicas de un impresionante panorama urbano junto al mar. Una palabra sobre los destinos turísticos: aunque es mucho más liberal que otras ciudades de EAU, los visitantes de ambos sexos deben seguir un código de vestuario respetuoso fuera del hotel, evitar los shorts y la ropa reveladora o muy ajustada, mientras que las mujeres deben llevar un pañuelo de cabeza si visitan sitios de culto religioso (y todos deben evitar las muestras públicas de afecto o de ebriedad).
Mucho más antigua de lo que la gente piensa (de las excavaciones arqueológicas salieron reliquias de la Edad de Bronce), Dubái ofrece numerosos museos magníficos donde puedes aprender de su herencia y cultura. El Museo de Dubái en Al Fahidi Fort, el edificio más antiguo de la ciudad, exhibe instrumentos musicales tradicionales junto a joyería y vestuario beduino, y tiene evocadoras dioramas de tamaño natural que recrean la vida antes del descubrimiento del petróleo. La escuela Al-Ahamadiya (la primera de Dubái) que data de la década de los años 1890, es un museo fascinante dedicado a la educación, mientras que el adyacente Heritage
House, la residencia de un comerciante de perlas, proporciona una visión de la vida cotidiana. Vale la pena recorrer el histórico barrio persa de Dubái, antiguamente conocido como Bastakiya, pero rebautizado como Barrio Histórico Al Fahidi, por sus calles sinuosas y residencias con patio, que se distinguen por sus torres de viento así como por su escenario artístico. La Majlis Gallery y la XVA fueron las primeras galerías de arte de Dubái, mientras que el industrial Al Quoz es el hogar de la escena artística contemporánea de la ciudad con muchísimos espacios para absorber el arte como The Third Line y Alserkal Avenue.
Mucho más antigua de lo que la gente piensa (de las excavaciones arqueológicas salieron reliquias de la Edad de Bronce), Dubái ofrece numerosos museos magníficos donde puedes aprender de su herencia y cultura. El Museo de Dubái en Al Fahidi Fort, el edificio más antiguo de la ciudad, exhibe instrumentos musicales tradicionales junto a joyería y vestuario beduino, y tiene evocadoras dioramas de tamaño natural que recrean la vida antes del descubrimiento del petróleo. La escuela Al-Ahamadiya (la primera de Dubái) que data de la década de los años 1890, es un museo fascinante dedicado a la educación, mientras que el adyacente Heritage House, la residencia de un comerciante de perlas, proporciona una visión de la vida cotidiana. Vale la pena recorrer el histórico barrio persa de Dubái, antiguamente conocido como Bastakiya, pero rebautizado como Barrio Histórico Al Fahidi, por sus calles sinuosas y residencias con patio, que se distinguen por sus torres de viento así como por su escenario artístico. La Majlis Gallery y la XVA fueron las primeras galerías de arte de Dubái, mientras que el industrial Al Quoz es el hogar de la escena artística contemporánea de la ciudad con muchísimos espacios para absorber el arte como The Third Line y Alserkal Avenue.
Dubái cuenta con algunos de los mejores restaurantes en la Península Arábiga, desde la alta cocina francesa en templos de la gastronomía como Reflets par Pierre Gagnaire, uno de los mejores chefs de Francia, hasta operaciones dirigidas a los famosos supervisadas por gente como Gordon Ramsay, Marco Pierre White y Jamie Oliver. Hay nombres mundiales familiares como Zuma, Hakkasan and Nobu, pero los ganadores de premios recientes en la lista de Mejores Restaurantes Time Out Dubai’s son domésticos, incluyendo el creativo lugar de moda peruano Coya, el sorprendente restaurante “mediterráneo-asiático” Play y el popular restaurante de carne norteamericano The Hide. Igualmente atractivos
son los viejos favoritos de Dubái, restaurantes familiares informales que sirven comida regional auténtica como Special Ostadi para fragantes kebabs iraníes, la cadena Automatic para una suculenta shawarma libanesa y los restaurantes de la vieja escuela Foodlands, para condimentados biryanis indios. Prueba muestras de la mejor comida callejera de Dubái en la excursión Frying Pan Adventures. Después mójalo todo con un vaso de algo bien frío. Las leyes relacionadas con el alcohol significan que la mayoría de los lugares para beber están unidos a los hoteles; los sitios favoritos incluyen el Barasti Beach Bar, la veranda en el Bahri Bar, de estilo colonial y el Buddha Bar, elegantemente oriental.
Dubái cuenta con algunos de los mejores restaurantes en la Península Arábiga, desde la alta cocina francesa en templos de la gastronomía como Reflets par Pierre Gagnaire, uno de los mejores chefs de Francia, hasta operaciones dirigidas a los famosos supervisadas por gente como Gordon Ramsay, Marco Pierre White y Jamie Oliver. Hay nombres mundiales familiares como Zuma, Hakkasan and Nobu, pero los ganadores de premios recientes en la lista de Mejores Restaurantes Time Out Dubai’s son domésticos, incluyendo el creativo lugar de moda peruano Coya, el sorprendente restaurante “mediterráneo-asiático” Play y el popular restaurante de carne norteamericano The Hide. Igualmente atractivos son los viejos favoritos de Dubái, restaurantes familiares informales que sirven comida regional auténtica como Special Ostadi para fragantes kebabs iraníes, la cadena Automatic para una suculenta shawarma libanesa y los restaurantes de la vieja escuela Foodlands, para condimentados biryanis indios. Prueba muestras de la mejor comida callejera de Dubái en la excursión Frying Pan Adventures. Después mójalo todo con un vaso de algo bien frío. Las leyes relacionadas con el alcohol significan que la mayoría de los lugares para beber están unidos a los hoteles; los sitios favoritos incluyen el Barasti Beach Bar, la veranda en el Bahri Bar, de estilo colonial y el Buddha Bar, elegantemente oriental.
Para una experiencia esencial de compras en Dubái, piérdete en el laberinto de callejones y deslízate bajo las calles cubiertas de los zocos de Dubái. Regatea por las telas brillantes y zapatillas de estilo Aladino en el zoco de telas de Bur Dubai antes de cruzar al otro lado del riachuelo en un viejo abra para inhalar aromas embriagadores y comprar incienso y un quemador de incienso emiratí
en el Spice Souk. Piérdete en los carriles de colores del Deira Souk, el mejor para los trajes de danza del vientre y las pipas shisha, en camino hacia las atractivas muestras de reluciente joyería en el Gold Souk. Para encontrar aire acondicionado, grandes marcas comerciales y artículos de lujo, visita uno de los suntuosos centros comerciales de la ciudad como el Dubai Mall o Mall of the Emirates.
Para una experiencia esencial de compras en Dubái, piérdete en el laberinto de callejones y deslízate bajo las calles cubiertas de los zocos de Dubái. Regatea por las telas brillantes y zapatillas de estilo Aladino en el zoco de telas de Bur Dubai antes de cruzar al otro lado del riachuelo en un viejo abra para inhalar aromas embriagadores y comprar incienso y un quemador de incienso emiratí en el Spice Souk. Piérdete en los carriles de colores del Deira Souk, el mejor para los trajes de danza del vientre y las pipas shisha, en camino hacia las atractivas muestras de reluciente joyería en el Gold Souk. Para encontrar aire acondicionado, grandes marcas comerciales y artículos de lujo, visita uno de los suntuosos centros comerciales de la ciudad como el Dubai Mall o Mall of the Emirates.
Dubái puede haber construido su reputación por sus lujosos alojamientos, arquitectura audaz y proyectos de construcción temerarios, pero nada define a la ciudad como su estilo de vida relajado, sus callejuelas arenosas y el hermoso desierto a sus puertas. Durante el fin de semana, vete de día de campo a Creekside Park, en la línea de la costa, o al relajado Za’abeel Park, el equivalente en Dubái del Hyde o Central Park, para unirte a familias y grupos de amigos en parrilladas y juegos de cricket. Estira las piernas en los suburbios junto a la
playa de Jumeirah, donde las buganmbilias se esparcen por los muros de la villa y los pollos rascan carriles de hierba, y en la Satwa de la clase trabajadora, donde los panes planos se sacan calientes de los hornos en las pequeñas panaderías afganas. Alquila un auto para pasear por el desierto junto a las autopistas de arena donde los camellos atraviesan la carretera o se unen a un “safari del desierto” para tener un lugar en la fiesta en las dunas, navegar en tabla por la arena, viajar en camello y disfrutar de la danza del vientre.
Dubái puede haber construido su reputación por sus lujosos alojamientos, arquitectura audaz y proyectos de construcción temerarios, pero nada define a la ciudad como su estilo de vida relajado, sus callejuelas arenosas y el hermoso desierto a sus puertas. Durante el fin de semana, vete de día de campo a Creekside Park, en la línea de la costa, o al relajado Za’abeel Park, el equivalente en Dubái del Hyde o Central Park, para unirte a familias y grupos de amigos en parrilladas y juegos de cricket. Estira las piernas en los suburbios junto a la playa de Jumeirah, donde las buganmbilias se esparcen por los muros de la villa y los pollos rascan carriles de hierba, y en la Satwa de la clase trabajadora, donde los panes planos se sacan calientes de los hornos en las pequeñas panaderías afganas. Alquila un auto para pasear por el desierto junto a las autopistas de arena donde los camellos atraviesan la carretera o se unen a un “safari del desierto” para tener un lugar en la fiesta en las dunas, navegar en tabla por la arena, viajar en camello y disfrutar de la danza del vientre.
Alquila un vehículo para un pintoresco viaje de 50 minutos a lo largo de una carretera totalmente plana, hasta el pueblo de Al Ain, un oasis en el desierto, en la frontera con Omán. Si quieres mantenerte en el límite de velocidad (y debes hacerlo) quédate en el carril exterior, y sostén con fuerza el volante cuando los choferes locales te adelanten
a velocidades reservadas usualmente para las pistas de carrera. Al Ain es el hogar de sombreados oasis con palmeras de dátiles, maravillosos viejos fuertes, tumbas antiguas, zocos muy activos y el elegante viejo palacio de Sheikh Zayed, el fundador y antiguo presidente de los EAU, y quien logró la unificación de los siete emiratos.
Alquila un vehículo para un pintoresco viaje de 50 minutos a lo largo de una carretera totalmente plana, hasta el pueblo de Al Ain, un oasis en el desierto, en la frontera con Omán. Si quieres mantenerte en el límite de velocidad (y debes hacerlo) quédate en el carril exterior, y sostén con fuerza el volante cuando los choferes locales te adelanten a velocidades reservadas usualmente para las pistas de carrera. Al Ain es el hogar de sombreados oasis con palmeras de dátiles, maravillosos viejos fuertes, tumbas antiguas, zocos muy activos y el elegante viejo palacio de Sheikh Zayed, el fundador y antiguo presidente de los EAU, y quien logró la unificación de los siete emiratos.