Berlín: Cosas por hacer

Tal vez no sea la ciudad más hermosa de Europa, pero en la capital alemana ciertamente no escasean los resplandecientes edificios, ni los atractivos paisajes. Los grandes edificios neoclásicos del Museum Island, protegidos por la UNESCO, a los que muy pronto se les unirá el reconstruido Palacio Real, junto a la avenida de Unter den Linden (Bajos los tilos), recuerdan la era prusiana de la ciudad, y conducen a la emblemática

y muy fotogénica Puerta de Branderburgo y al edificio del Reichstag. Los sitios históricos abarcan desde sólidos monumentos de la II Guerra Mundial, como el extenso Memorial del Holocausto, a hitos de la RDA, como son los restos del Muro de Berlín y el famoso Checkpoint Charlie donde los tanques norteamericanos y soviéticos estuvieron frente a frente en el momento más álgido de la Guerra Fría.

La división de Berlín a causa de la Guerra Fría, significa que museos, galerías y teatros tienen la tendencia a duplicarse a ambos lados del muro. Desde la reunificación, se han unificado para proporcionar una gama variada de ofertas culturales, desde establecimientos mundialmente famosos como el Museum Island y el Postdamer Platz Kulturforum hasta la arquitectura espectacular del Museo Judío y el arte de vanguardia que se encuentra en instituciones como la Hamburguer

Bahnhof, una antigua estación de trenes del siglo XIX. Como complemento a los grandes nombres, existen una serie de museos más pequeños y peculiares, tales como el Museo de las Cartas (Buchstaben Museum), además de un número de refinados sitios de cultura nocturna en la forma de música clásica (Berlin Philharmonie), teatro (Deutsches Theater), ópera (Deutsch Oper) y hasta un cabaret erótico influenciado por la era de Weimar (Kleine Nachtrevue).

Lejos están los días en los que la escena culinaria de Berlín era toda “currywurst” y “döner kebabs”. Los lugares de comida baratos están todavía disponibles para aquellos con limitados recursos, pero ahora se les han unido una cantidad vertiginosa de restaurantes bien situados y asequibles y cafeterías artesanales de la tercera ola, lugares para comer de clase media de todos los estilos y cocinas imaginables, y también un buen número de finos restaurantes de lujo. Existen 20 restaurantes con estrellas Michelin, incluidos sitios establecidos como Reinstoff y otros nuevos y presuntuosos como el llamativo Nobelhart & Schmutzig, mientras la comida callejera está representada por eventos callejeros

semanales en Prenzlauer Berg Kulturbrauerei (Streetfood auf Achse) y Kreuzberg Markthalle IX (comida en la calle los jueves). Tampoco tendrás que ir muy lejos para los sitios de bebidas: la ciudad está llena de discretos y lujosos cóctel bars, a los que con frecuencia se tiene acceso tocando un timbre en una puerta sin cartel alguno; prueba el Mitte Buck & Breck para algunas de las bebidas más elegantes de la ciudad o el Schöneberg Stagger Lee, para una atmósfera más arrogante, estilo taberna. Cervezas y comidas alemanas clásicas: imagínate unas patas de ganso asadas y macarrones con queso Bávaro. Esto puede encontrarse en sitios tradicionales como Zur Letzen Instanz y Prenzlauer Berg Oderquelle.

Mitte es la mejor área para quedar atrapado en la próspera escena de las boutiques de modas de la ciudad. La calles alrededor de Alte Schönhauser Strasse, Mulackstrasse, Münzstrasse y Auguststrasse ofrecen una gran cantidad de tiendas de diseñadores de modas y joyería locales famosas como Claudia Skoda y Layla Piedayesh de Lala Berlin. Para compras mayores y más exclusivas, Mitte Friedrichstrasse tiene el brillo de las Galerías Lafayette, y el lustroso Centro Comercial

de Berlín en la cercana Leipzigerstrasse cuenta con más de 270 tiendas elegantes. En Berlín Oeste, el centro comercial conceptual Bikini Berlin es el sitio para las tiendas de moda con rebajas; el famoso Ku’damm es todavía el boulevard más confiable para los grandes nombres como Gucci, Armani y Chanel, y la tienda departamental símbolo de la ciudad, la centenaria Kaufhaus des Westens (KaDeWe), es un lugar seguro para los artículos de lujo y la comida gourmet.

Una de las cosas que llaman la atención de los viajeros cuando visitan Berlín es el espacio; con una población de menos de cuatro millones (baja en comparación con las principales ciudades europeas estándar) repartida sobre un área extensa, allí siempre parace haber sitio para respirar. Combinado con un ambiente relajado que promueve la tolerancia, la creatividad y la libertad de expresión, no es de extrañar que las personas se sientan aquí inmediatamente a gusto. Este sentido de espacio geográfico e ideológico es muy claro en los abundantes parques de la ciudad, muchos de los cuales han sido recuperados de sitios del “viejo Berlín” y convertidos en espacios sociales llenos de vida. Un antiguo vertedero de la era de la Guerra

Mundial, es ahora el Parque Popular Prenzlauer Berg, preparado para correr y el deslizamiento en trineo, y equipado con una aventurera zona de juegos, un antiguo campo de aviación y base militar, Johannisthal Air Field, es ahora una reserva natural; el paisajístico Tilla Durieux y los Parques HenrietteHerz en Potsdamer Platz fueron una vez la tierra de nadie entre Berlín Oriental y Occidental; Mauerpark, parte el mismo del muro, es ahora un bullicioso centro de actividad para los músicos y la vida nocturna, y la pista del ex aeropuerto de Tempelhofer es ahora un Parque para patinadores y ciclistas. Los espacios verdes surgen constantemente en lo antes fueran terrenos baldíos, lo que constituye un testimonio de la vibrante ciudad.

A pesar de que no muchos visitantes se dan cuenta de inmediato, Berlín está rodeado de lagos pintorescos; lo que ha sido, de hecho, suficiente para que las autoridades regionales hayan creado un sendero especial de 66 lagos que corre a través del paisaje circundante. Durante el verano, a muchos de ellos se puede llegar en bicicleta

o viajando en el eficiente tren de la ciudad S-Bahn; todo lo que necesitas es estar equipado para un día de campo y para nadar. Otros viajes de un día que se recomiendan, son una visita al sombrío, pero importante campo de concentración de Sachsenhausen, o a los palacios y jardines de la encantadora ciudad de Potsdam.