Aventuras de madre e hija

Conoceremos a las mujeres que todo lo ven y todo lo exploran, y que encontraron al perfecto compañero de viaje en sus padres o hijos

La escritora del National Geographic y fundadora de The Gutsy Traveler, Marybeth Bond, ha escrito 12 libros de viajes y explorado más de 100 países, así que es natural que su familia la acompañe

“Un día soleado de junio, mi hija (que tiene más de 20 años) y yo (que tengo más de 50) salimos en bicicleta de San Francisco rumbo a la costa del otro lado de Estados Unidos. Dos meses y 5,011 kilómetros (3,114 millas) después, llegamos al Océano Atlántico y recaudamos 52,000 USD para la Fundación Nacional de Osteoporosis. Esta no fue una vacación, sino un reto físico riguroso, así como una prueba para manejar el estrés, maximizar la paciencia y salir adelante como pareja.

Experimentamos un ‘ritual de paso’ en nuestra relación. Nos cuidamos una a la otra en el camino y de muchas otras maneras. En ocasiones, JC actuaba como si fuera mi madre. Yo dependía de ella para hacer un mapa de nuestro camino, arreglar la computadora y cargar todo lo que estuviera pesado. Nos calmamos una a la otra frente a tornados potenciales, ataques de perros salvajes, insolación y los grandes camiones de carga que nos querían sacar del camino. La jerarquía de madre e hija que teníamos al inicio del viaje se destruyó por completo; mi papel como madre ha cambiado de una figura autoritaria a una pareja de iguales. Somos iguales y amigas, y compartimos un gran amor y respeto la una por la otra. Me gusta que sea así.

También tuve una aventura de renovación y reto con mi madre cuando ella tenía casi 70 años. Bajamos en balsa del río Colorado a través del Gran Cañón, acampamos en playas de arena por la noche y bajamos los rápidos salvajes del río durante el día. Todavía recuerdo su traviesa sonrisa y sus rizos blancos. Estuvimos felices al ir juntas hasta nuestros límites. Ella ya no está, pero el recuerdo de ella diciendo ‘podemos hacerlo’ y sus gritos mientras remábamos entre las olas me acompañarán siempre”.

En el 2012, la pareja de madre e hija Petra y Veru renunciaron a sus empleos, regalaron sus posesiones y emprendieron un camino. Desde entonces han viajado lento, vivido como personas del lugar y explorado todos los continentes, excepto Antártica, mientras registran sus aventuras en Simply Nomadic Life (La vida nómada simple)

“Al reflexionar en los últimos años de nuestros viajes, nuestras dos experiencias más inolvidables han sido las celebraciones de dos semanas de las que fuimos testigos en un monasterio tibetano en Nepal y una visita al santuario más sagrado de los Sikhs, el Templo Dorado en Amritsar en la India. Ambas nos dieron la oportunidad de sumergirnos en culturas únicas en el mundo, de ser parte por un tiempo de comunidades que nos dieron la bienvenida y de aprender sobre las prácticas espirituales y la vida cotidiana de los tibetanos y los sikhs”.

Morgan Brechler, que es una mujer a la que le gustan las actividades al aire libre desde que nació, ha estado llevando consigo a su hija a senderismo, alpinismo y campamentos desde que Hadlie tenía tan solo unos meses de edad

“Creo que los niños necesitan estar conectados con la naturaleza más que con la tecnología: deben trepar árboles, rodar hacia abajo en las colinas, caerse de las bicicletas y jugar con el lodo, y no estar sentados todo el día dentro de la casa”. Sus cerebros se están desarrollando tan rápido, que necesitan juegos al aire libre, para que de esa forma puedan aprender a apreciar y respetar el planeta también. Nunca hubo un ‘plan’ para que Hadlie nos acompañara a nuestros campamentos y viajes, simplemente empezó a formar parte de nuestro estilo de vida. Nuestras aventuras favoritas fueron con ella, pues hace que cualquier experiencia sea mucho más memorable. ¿A veces hace que se compliquen las cosas? Definitivamente sí. ¿Se requiere de más planeación y maletas? ¡CLARO! Ciertamente es así. Sin embargo, todo eso vale la pena.

“Recuerdo una escalada en particular. Estábamos escalando los techos calizos de Priest Draw, en Flagstaff, Arizona, y Hadlie decidió que estaba lista para escalar. Buscamos un peñasco que pensamos sería realista para su tamaño y habilidad, le pusimos gis en las manos y mi pareja fue a ayudarla a subir. Ella escaló sin dudar y, cuando llegó a la cima, él le ofreció la mano. Ella rehusó la ayuda y le dijo que podía hacerlo sola; esto produjo palmadas de alegría y abrazos. De ahí, se fue a escalar otro par de peñascos problemáticos que le plantearon diferentes retos. Es increíble observar a un hijo joven enfrentar un reto con confianza y determinación inquebrantables. Eso es lo que deseamos para ella: que no tenga miedo de intentarlo”.

Como editora en Rough Guides, Lotte Gross es miembro del jet set, pero ¿quién es su compañera de viaje más importante? Su mamá

“Soy una gran defensora de viajar con mamá: especialmente porque yo viajo mucho con la mía y nos divertimos muchísimo. Hemos estado en todo tipo de lugares, desde la India a Alemania y a Kenia, y estamos planeando un viaje a Albania ahora mismo. Uno de mis viajes favoritos fue a Marruecos; decidimos escapar de la temporada de fiestas en casa y terminamos viajando en camello en el Sahara la víspera de Navidad como si fuéramos los Reyes Magos. Dormimos en las tiendas Berber tradicionales, comimos tajín y esperamos el día de Navidad con una fogata y unas cuantas cervezas”.

La escritora de viajes de lujo, Katie Dillon, es la autora del blog de viajes en familia La Jolla Mom y del libro Flying with Kids (Cómo volar con niños), ambos como resultado de extensos viajes al extranjero con su hija

“Mi hija tiene ahora ocho años, así que tiene edad suficiente para opinar hacia dónde viajaremos. Esto nos llevó a nadar con cerdos durante las vacaciones de invierno en Exumas, que es ciertamente uno de los viajes más locos que hemos hecho. ¡Los cerdos son enormes, muy amigables y nadan directamente hacia ti! También estaré cenando en el café Hello Kitty en Taipei en nuestro próximo viaje (entre otras actividades culturales). Permitirle realizar parte de la planeación del viaje la mantiene interesada en viajar a una edad en la que su vida social en casa está creciendo mucho”.

El segundo libro que escribieron Claire y Mia Fontaine, Have Mother, Will Travel (Cómo viajar con tu madre), documenta su relación cambiante en una aventura alrededor del mundo

Mia:  “A los 27 años, todavía me sentía un poco perdida en el mundo de los adultos. También me sentía más distanciada de mi mamá. Cuando me pidió que la acompañara en un viaje a la caza de tesoros por todo Asia, el Medio Oriente y Europa Oriental y Occidental, ¡acepté de inmediato! Quería ver cómo vivían las personas en su segunda década de vida en otras culturas, y sentimos que el viaje fortalecería nuestro vínculo. ¡Qué revelador fue ver la interacción de madres e hijas alrededor del mundo! En Estados Unidos, donde están obsesionados con la juventud, las hijas pocas veces piden consejos a las madres; de hecho, muchas veces le hacemos caso a cualquier persona excepto a nuestras madres. Lo contrario ocurre en otros países, en donde tu madre es la primera persona a la que acudes a cualquier edad”.

Claire: “Con la edad madura había perdido el sentido de mi vida. Viajar, dejar lo conocido y cómodo, siempre me regresa a mí misma. El viaje fue también una oportunidad para renovar mi relación con Mia, y ver cómo viven las mujeres en otras culturas. Después del ajetreo espectacular de dar la vuelta al mundo, vivimos en Avignon durante cuatro meses, lo que fue igual de emocionante de manera profunda. Algunos de los momentos que cambiaron nuestras vidas ocurrieron ahí: no lo más intrépido o espectacular, sino los momentos pequeños y delicados que me abrieron los ojos con respecto a mi hija”.

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Todas las imágenes son cortesía de las escritoras participantes, que pueden ser contactadas en los enlaces que se indican. Imagen principal: Morgan Brechler y Jared Marvel.

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